Son diversos los problemas refractivos que existen en la salud visual y cada uno de ellos debe ser atendido por el especialista con el fin de evaluar el tratamiento adecuado para cada caso.
Dos de los problemas refractivos más comunes, son la miopía y la hipermetropía. Estos dos términos tratan acerca de errores visuales completamente opuestos y hoy, en Oftalmólogos El Tesoro, te aclararemos las características por las cuales se diferencian.
Antes de ahondar en cada uno de ellos, es importante entender cómo funciona la visión. Cuando nos referimos a una visión normal, quiere decir que la luz es enfocada directamente sobre la retina; no al frente ni detrás de ella. Cuando estos dos últimos casos se presentan, es cuando aparecen enfermedades como la miopía o la hipermetropía, veamos:
Miopía:
Cuando hablamos de miopía, nos referimos al problema refractivo que genera visión borrosa cuando la imagen visual es enfocada al frente de la retina y no directamente sobre ella, haciendo que los objetos lejanos, se vean borrosos. La característica principal del ojo miope, es que tiende a tener una longitud mayor de lo normal. Se desarrolla de forma más constante en niños y adolescentes en edad escolar. Por lo general, con los años, la enfermedad va creciendo, haciendo que sean necesarios los cambios frecuentes en las gafas o lentes de contacto.
Hipermetropía:
Contrario al caso de la miopía, el ojo tiene una longitud menor de lo normal y se da cuando la imagen visual está enfocada detrás de la retina y no directamente sobre ella, haciendo que los objetos cercanos se vean borrosos. Generalmente, está presente desde el nacimiento, pero en la mayoría de casos, se supera el problema con el tiempo.
Si tienes dudas acerca de padecer de estos errores refractivos, no dudes en comunicarte con nosotros al 322 15 36 y agendar tu cita.