Los lentes de contacto son una gran alternativa para las personas que sufren de ciertas enfermedades visuales. Existen diferentes tipos dependiendo del caso de cada persona y su uso es muy específico y requiere de mucho cuidado. Por eso, hoy te contamos cuáles son los tipos de lentes más recetados y las precauciones y cuidados que debes tener si eliges esta opción para la corrección de tu afección visual.
Lentes de contacto rígidos: Es el tipo de lentes más común y ayudan especialmente a personas con alergias o que sufren de astigmatismo y queratocono, debido a que permiten tener una visión más definida en casos en los que la córnea tiene una curva irregular.
Lentes de contacto blandos: Es el tipo de lentes que más eligen las personas por su comodidad y gracias a la variedad de opciones que ofrece. Entre ellos se encuentran:
- Lentes de uso diario: Se usan durante el día y deben ser removidos antes de ir a dormir. Muchos son desechables y tienen diversas duraciones en el tiempo. Esto dependerá de lo que el oftalmólogo considere pertinente para cada caso.
- Lentes de uso prolongado: Se pueden usar mientras dormimos, pero deben removerse por lo menos una vez a la semana para limpiarlos. No son tan recomendables, ya que pueden traer más riesgos de sufrir una infección ocular grave.
- Lentes de contacto tóricos: Pueden corregir la visión de las personas con astigmatismo, aunque no cumplen tan bien con esta función como los lentes de contacto rígidos. Pueden ser usados diariamente o de manera prolongada.
Cuidados
- Sigue el cronograma indicado por el oftalmólogo para el uso y reemplazo de los lentes.
- Antes de manipularlos, lava muy bien tus manos con agua y jabón y sécalas con una toalla libre de pelusas.
- Empieza por el mismo ojo cada vez que te los coloques o retires. De esta forma no los mezclarás.
- A menos de que sean especiales para ello, no duermas con los lentes puestos.
- Límpialos y desinféctalos según las instrucciones.
- Evita tenerlos puestos en momentos en los cuales entras en contacto con el agua, como la ducha o la piscina.
- No enjuagues ni guardes los lentes en agua (ni corriente, ni esterilizada). Tampoco uses una solución salina casera.
- Usa solución nueva cada vez que limpies y desinfectes los lentes de contacto. Nunca reutilices la solución ni mezcles solución usada con solución sin usar.
- Mantén limpio el estuche de los lentes de contacto y cámbialo por lo menos cada 3 meses o de inmediato si se quiebra o se daña.
Adicional a estos cuidados, es importante que tengas en cuenta que nunca deberías sentir el lente en tu ojo. Si esto ocurre, quiere decir que está mal puesto. Además, si sufres de dolor, si tus ojos se ponen rojos, llorosos o experimentas mucha sensibilidad a la luz o visión borrosa, debes acudir de inmediato al especialista. ¡Agenda tu cita en el 322 15 36 y cuida de tu salud v